Cómo llegar a Estocolmo
La ubicación de la capital sueca en el mapa hace que sea posible llegar a Estocolmo por tierra, mar y aire. Conoce las ventajas y desventajas de cada opción y elige la mejor opción para llegar a Estocolmo.
Llegar a Estocolmo en avión
Viajar a Estocolmo en avión desde España es la forma más rápida y cómoda de llegar a la capital sueca. Hay varias aerolíneas de bajo coste que ofrecen vuelos directos a Estocolmo desde Barcelona o desde Madrid.
En función de la época para viajar a Estocolmo que elijáis y del tipo de compañía aérea, es posible encontrar billetes de ida y vuelta entre 60 € (63,20 US$) y 300 € (316,30 US$).
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Una vez que tengáis claro a qué aeropuerto vais a volar, deberéis saber la mejor forma de llegar al centro de Estocolmo desde el aeropuerto:
Llegar a Estocolmo en autobús
Aunque se trata de una alternativa bastante barata, llegar a Estocolmo en autobús es bastante cansado. Las capitales que ofrecen rutas directas son Oslo y Berlín, pero el trayecto puede durar hasta 9 horas.
Para llegar a Estocolmo por carretera desde Copenhague, la mejor opción es atravesar el famoso puente de Øresund hasta Malmö, la tercera ciudad más importante de Suecia. Desde allí podréis coger otro autobús hasta Estocolmo.
Llegar a Estocolmo en barco
Otra de las formas más comunes de llegar a Estocolmo es por mar. La capital sueca es una parada imprescindible para los cruceros que surcan Escandinavia. La isla de Södermalm es el lugar donde atracan estos grandes barcos de pasajeros, que traen anualmente a unos 12 millones de cruceristas.
Para este tipo de viajeros, recomendamos reservar el tour por Estocolmo para cruceros, de forma que puedan disfrutar de todos los encantos de la capital en un solo día.
Desde países vecinos como Finlandia, Letonia o Estonia también es posible llegar a Estocolmo en ferri.
Llegar a Estocolmo en tren
Los trenes que vienen desde otras ciudades suecas y desde países extranjeros llegan a la
Estación Central de Estocolmo, ubicada en Norrmalm. Al igual que el autobús, se trata de una
opción bastante pesada si el tren proviene de una ciudad lejana, como Oslo o Bruselas.
